Mi Canción

jueves, enero 12, 2006

Un Jumo con Jota en Sabaneta

Encaramao a dos pasos del Pico Duarte, se encuentra el Pueblecito de Sabaneta, pedacito de cielo en dónde se encuentran las raíces de Greicy la esposa de Jota.

Un día Jota me invita a que vayamos a pasear para allá y para el viaje fuimos a comprar un White Label; pero sucede que cuando vamos a otro sitio a comprar los refrescos, el whisky tenía tan buen precio, que jota decidió comprar 2 para usarlos en el Bar.

Así salimos, pendientes de bebernos una botella de Whisky y seguir la bemberria otro día en el bar, cuando se fuesen a consumir las botellas restantes; pero san cuidaborrachos no tenía nada qué hacer ese día y decidió hacernos par de jugarretas a ver si encontraba oficio.

Lo primero es que cuando llegamos a la falda de la montaña; debían esperarnos unos mulos que Williams, el primo de Greicy, había separado previamente, pues los vehículos comunes y corrientes no suben la empinada trayectoria hacia la gloria; ahí sólo suben los vehículos 4 x 4, los camioncitos Daihatsu y los motores 70… después ninguna maquinaria motorizada tiene la fuerza de desafiar la pendiente.

Los mulos no estaban y Williams asegura que les dijo que a las 10 estarían ahí; Jota lo mira de lado recordándole que a las 10 salimos de SAJOMA y eran cerca de las 12 del medio día. Como todo el camino lo pasamos escuchando mi recién adquirida producción “Colección Romántica” de Juan Luis Guerra y metiendo Jhonny Blanco, lo más lógico era suponer que subir a pies, valdría la pena.

Así nos fuimos montaña arriba, a mano pelá y yo con una mochila conteniendo 2.5 botellas de Dewars. Una hora más tarde, a mitad de montaña y con el sol en mitad del cielo, Intentamo llamar desde mi super y nunca superado celular Motorota Startac; pero no cogían la llamada y las esperanzas de que nos socorrieran en Mulos, se hacía más remota.

Sin Hielo y sin cuartos para comprarle Helados a un Haitiano que nos pasó por el lado vendiendo helados en un 70 (Parece mentira, pero es verdad que en plena cordillera, lejos de la civilización esa indestructible combinación de aguante, hiciera acto de presencia), lo único que podíamos ingerir, era Whisky caliente, así que terminada una botella, destapamos la otra y seguimos la jornada.

Cuando por fin llegamos, veo por primera vez aquel pueblecito, compuesto por 6 casitas y un play donde se escenificaba un juego de softball de lo más curioso, pues el Play es mitad llano y mitad jarda, cuando daban un palo lejos, veías al fielder perderse en el cercano horizonte y luego salía la pelota, rompiendo ramas en un lanzamiento ciego del hábil jugador.

Allá encontramos hielo y refrescos para seguir la bemberria; comimos algo que no recuerdo qué era y al tiempo decidimos aprovechar un camión que iba bajando cargado de gente y unos sacos de algo que olía a mierda, pero que nunca supe lo que era.

A mitad de camino hice unos malabares de espalda al precipicio buscando mi comodidad que llevó a persignarse a todos los pasajeros y provocando que Jota me agarrara de la camisa para evitar una terrible caída al vacío.

En ese viaje, Jota conoció a un individuo que se presentó como “Dos Bolas” y se autodefinió como un drogadicto que no le daba mente a na. Así que Jota el Dr. Corazón, se pasó todo el camino aconsejándolo y hablando más disparates que Hipólito (que es mucho decir).

Cuando llegamos abajo, nos informaron que en un poblado más sierra adentro se estaba jugando un partido de Volley Ball entre las mujeres de allí y un equipo de Santiago, así que decidimos ir a dar nuestro apoyo, insertándonos más tierra adentro.

Llegamos al sitio y por fin pude beberme una cerveza fría, entablamos conversación con par de las jugadoras y nos enteramos que más adentro en la montaña, había un balneario que nos ayudaría a pasar la aún no presentada resaca. Llegamos a un acuerdo con el dueño de una camioneta para que nos llevara, pues el vehículo en que andábamos tampoco llegaba a ese punto.

Arribamos al sitio y el famoso balneario eran unas piedras juntas que formaban un charquito en un arroyo más frío que el polo norte, pero el candelazo etílico reinante en el cerebro, no se quitaba fácilmente, así que todos en boxers nos metimos a josiar en la neverita aquella.

Después de armar un lodazo y acostarme boca arriba y luego boca abajo, para mojarme completo, alcanzo a ver en un desfiladero de unos 10 mts. A Jota hablando con una rubia, blanca, ojos verdes que me extrañó más que el haitiano en el 70, doy la vuelta y me encaramo por el camino y cuando llego, Jota está hablando inglés con una gringa acompañada por dos morenitos que dada la locación, no me atrevo a denominar como sanky pankies.

No bien me acerco, Jota dice: “dis is coyote, mai…” y dichas estas palabras, perdió el equilibrio y rodó, y rodó y rodó hasta quedar deguabinao y abierto entre las peñas del arrollo, levantó un brazo y dijo “Workmate!!”.

Ahí entablé yo la conversación con América y namá recuerdo que hablamos de “Las Razones que llevan a los países tercermundistas a quedarse estancados en el desarrollo y dependencia de las grandes naciones”… ahora imagínense ese tema, tratado en Inglés.

Na, después me puse mi ropa y caminando para salir del charco, resbalo, caigo de rodillas y me mojo toda una pierna en el riíto; pero nos montamos en la camioneta y empezamos nuestro viaje de retorno.

En el camino, el carajito que nos sirvió de guía hacia el balneario de ensueño, me avisó que se me había caído el beeper, pero reviso y veo que está en su sitio, así que no le doy mente, hasta que al siguiente día me percato de que ando sin celular.

Cuando llegamos a SAJOMA, casi a las 8 de la noche, le digo a Jota, que me voy para Santiago, él no me lo permite y dice que me van a llevar, nos montamos en el taxi y llegamos a mi casa, Jota durmió todo el camino y ni se enteró cuando me despedí; me acosté y al otro día me levanté para botar 3 botellas vacías de Dewars que llevaba en mi mochila.

Pasados unos días, reporto mi celular como perdido y me compro uno nuevo que me salió en unos $4,200, esa misma tarde, me llama Jota y me dice que mi celular apareció en el taxi y me lo tenía guardado en su casa.

San Cuidaborrachos nos hizo pasar par de situaciones difíciles, pero como siempre mete su mano y se merece que de vez en cuando le prenda su traguito de 151 en agradecimiento por los favores recibidos, lástima que en la iglesia nunca me han aceptado la ofrenda de una misa; pero él sabe que lo valoro por cuidarme y enviarme al arcángel Jota como compañero de grandes recuerdos, de muchos, muchos grados.
Jota, Feliz Cumpleaños !!!!
...Cø¥ôTë...

4 comentarios:

alfonso dijo...

felici dades jota

Anónimo dijo...

deberias escribir un libro con todas esas historias locas tuyas..

Jenny dijo...

Muy divertido y lindo al final.

(Todavia estoy esperando el post que ofreciste sobre tu suegra, jeje)

Coyote dijo...

Si publico un libro, entonces tendrían que pagar para reírse de mí... y eso como que no ta... yo apoyo el código abierto...

El de la suegra viene, pero ya toy menos quillao con ella, así que toy en tregua... pero no se apuren, ella no pierde tiempo en romper esos tratados.